Sobre la locuacidad

...cuando hables, procura que tus palabras sean mejor que tu silencio.

15 de noviembre de 2011

Los pasos huecos

¡¡ Ya a la venta !! 



"... aquella quejumbrosa tarde de invierno, las musas tocaron sus fanfarrias y se abrieron las puertas de la creación para dejar libres mis versos, encadenados por tanto tiempo, postergados entre polvorientos legajos, hasta entonces cautivos del olvido."


Una traslación de sentimientos muy personales, profundos, hirientes a veces, el retrato de una rebeldía incuestionable que no dejará impasible al lector.

Puede solicitar su ejemplar enviando un correo a mansilrod@hotmail.com
PVP: 10 Euros



25 de agosto de 2011

La noche me debe sueño

                                                         A mi entrañable amigo Lolete "El Poeta"  
                                                              (Manuel M. Perojil)



Tú, abrazado a la guitarra, sonámbula,
yo, desgranando versos instantáneos.
Así fuimos saltándonos las horas
hasta que nos llegaba el alba.

Íbamos recitando la vida
a golpe de emociones y palmas
con los corazones desnudos,
sin prisas que nos acuciaran el alma.

Caminábamos por el tiempo
sin el manual de supervivencia
que no nos dieron al nacer,
buscando cada uno su sombra.
para sentarnos a descansar.

Así pasamos por la historia
como perros sin dueño,
hasta la hora de hacer cuentas
y entonces caímos en la memoria
que la noche nos debe sueño
desde cuando éramos libres
artistas sin gloria.

Manuel Silván
05/05/2012

21 de abril de 2011

Nueva Colección

SINTESIS PLÁSTICA
DEL ARTE TAURINO

¡¡ Ya a la venta !!


Colección de apuntes taurinos tomados del natural

Las láminas en formato A4 se presentan en una carpeta artísticamente decorada

EDICION LIMITADA

Por tan solo 10 Euros podrá adquir 5 láminas a su elección.

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No tendrá que pagar nada hasta su recepción.


8 de abril de 2011

Amada mía





Amada mía :

     Al empezar a escribir ésta carta, siento cómo el delirio de tu recuerdo me ahoga las palabras, las ideas y siento una presión en el pecho que me hace temblar el pulso.
     En ésta hora inquieta de soledad te paseas por mis recuerdos con la fuerza exacta de aquellos instantes, cuando tendidos en el lecho cabalgábamos sobre las nubes del amor eterno.
    
     Amor... qué palabra con tan fuerte significado que al escucharla decir de tu boca, de tus labios, el corazón se me abre para albergarte toda en mis adentros y allí dejarte cautiva para siempre.
    
Aunque no esté a tu lado, sueña conmigo,
bésame, abrázame, átame a tu cuerpo y abrígame con tu calor,
ámame siempre, rodéame la cintura con tus delicados brazos,
acércame hasta la inmensidad de tus entrañas...
aunque hoy no me tengas a tu lado, suéñame amor.
Suéñame y dime otra vez...¡te quiero!.

     En éste oscuro instante de mi soledad sólo el pabilo de tus ojos negros, bellísimos como dos almas, ilumina el renglón de mis palabras.

¡Ven amor, empápame con el frescor de tus labios,
enjúgalos en la tibieza de los míos !
¡Pasea tus manos por el trémulo volcán de mi piel
y déjate naufragar en el vaivén de mis suspiros!

¡Mírate en las horas de mi vida,
enrédate en mi pelo...
embriágate de mi amor!.
    
¡Siembra en la tierra de tu cuerpo pequeño
la semilla de mi trigo,
para que desde tu seno amable
nos brote a la vida nuestro sueño más querido!

¡Ven, amada mía,
que ésta hora ingrata no la resisto!.

Me desespero de no poder volar juntos sobre nuestro paraíso.

     Este recinto de mi alcoba, sin ti, es como un silencio hueco, dolorido, todo parece como embotado, ensordecido por una entrevela de éter. El vértigo se filtra casi dulcemente por entre mis huesos y un sórdido cansancio tapona todos los agujeros como bolas de plomo caliente. Me sale la voz quemada y el aliento me sabe a miedo.

¡Ven, amada mía,
cántame la vida con tu voz enamorada!
¡Mírame y remírame!

     Te contemplo desde la altura de éstos largos días y desde mis sueños desvelados, quiero levantar sencillamente tu alegría para luego poder residir en ella.
Hoy te quiero cantar mi amor...
mi amor en las miradas
para ver contigo la arboleda,
tu primavera y mi otoño...
mi amor en los libros
para envolver tu juventud antigua
con las páginas entrañables.

     Mi amor eres tú y tu nombre pequeño, preferido en mis labios.

Hoy quiero lanzarme hacia las estrellas
y residir allí hasta tu vuelta
porque después del resplandor de tus ojos,
sólo la transparencia del infinito
podrá albergar mi noche enamorada.

     Recibe, amada mía, con ésta mensajera de mi corazón, la trascripción literal de mis anhelos para que la empecinada distancia sólo pueda ser el hilván que sostenga nuestro amor compartido...hasta que vuelvas.
     
                                                                                                                                   Manuel.