Sobre la locuacidad

...cuando hables, procura que tus palabras sean mejor que tu silencio.

1 de octubre de 2014

Premio "CIUDAD DE VALVERDE" 2014











LUZ DE MIS SUEÑOS
Primer Premio

 III Certamen de Cartas de Amor
 Valverde del Camino- 20 de Abril del 2014


Amada mía:

En ésta noche de soledad compartida, quiero enviarte un deseo imperturbable de ternura y amor infinito.
Quisiera que mis besos de mil sabores, templados a la brisa andevaleña, acunen los pliegues del delirio que llevan prendidos y que la seda de tu piel se empape de ellos para cuando regrese hasta mí, envolviendo tu aroma, embriague la noche que hoy tan esquiva se me antoja.

No sé hasta cuanto sumas de mi amor, ni siquiera cuanto soy capaz de sumar yo. No puedo evitar amarte a cada instante, ni dejarlo para otro momento.
Formas parte de mi torrente vital, de mis vahídos y hasta de mis argucias para confundir la paz con el deseo de tenerte prendida del corazón, aunque no latiese siquiera como máquina imprescindible para existir.

Vivo como loco envenenado por tu mirada, prisionero de tus abrazos cálidos, de los susurros livianos que me regalas…tan de cerca que se me derriten las sienes, siempre venerando a quien puso en mis labios el néctar de la vida y el deseo, el jugo bendito de tu vientre, el delirio trémulo de tus muslos nacarados y los arpegios furtivos que se descuelgan de tus cabellos empapados.

Hoy se abrió la mañana como un espasmo y descorrieron los visillos del sueño un tropel de musas embaucadoras. Te necesito, te necesito siempre, necesito poder dejarme llevar por el impulso unánime de susurrarte amor a cada momento, de extasiarme con tu presencia, de respirar desde tu boca, mirar con tus ojos, caminar asido a tus manos como criatura indefensa sin destetar.

Hoy he rendido mi existencia
a la dulzura de tus ojos.

El surco sutil de tus labios
se me ha parecido la puerta del cielo
y el encendido fulgor de tus cabellos,
por la mantilla, de pureza  enmarcados,
como un derroche de besos
al aire de la mañana, sueltos.

 En la tersura de tus mejillas,
han quedado mis sueños prendidos,
deseando asomarse inquietos
al balcón sublime y sereno de tu pecho.

-¿Es tu boca el cofre magnífico
donde los ángeles guardan sus perlas
para enseñárselas a los artistas
o sacarlas, solo los días de fiesta?-

 ¡Ah, maravilloso rostro iluminado
de rabiosa pureza concebida
sobre la frágil columna nacarada
del cuello febril de mis pecados!

Ya no podré volver a escribir
ninguna carta de amor
si no lo hago entre tus pestañas...
y la piel se me helará para siempre
hasta que tus caricias me despierten.



Hoy necesito, nadar los mismos mares que tú nadas, oler tu fragancia de jazmines y dama de noche, limpiar tus lágrimas sobre mis mejillas y sorberte la vida por la ternura de tus labios.

Necesito secarme el sudor mustio del olvido con el confort de tu piel, mecerme en la tersura de tu cobijo, embriagarme con el aroma confidencial de tu aliento.
No puedo compartir mi felicidad con nadie que no seas tú misma, por eso me reservo para otro momento la oportunidad de pintar de colores la vida y regalarte mi alma.

Ámame como yo te amo, susúrrame desde cerca tus palabras preferidas.

Hoy quiero soñar llevándote sobre mi montura en un cimarrón invencible, negro como el azabache, reluciente y brioso como ningún otro, galopando por los horizontes infinitos del amor  y que los vientos revuelvan tus cabellos con la brisa de los campos en flor hasta llevarnos al vergel abandonado por Eva. Allí pediremos al Eterno que nos conceda el derecho a propiedad perpetua de nuestra morada gloriosa.

Ciérrame los ojos, cuando desde los tuyos se derrame la lágrima que necesito para firmar ésta carta que  hoy te remito, apasionado, como el beso que la sella.

Cuando la recibas, posiblemente se estremezclen de nuevo mis huesos y podré volver a soñar de nuevo.

Hasta entonces te espero con impaciencia.

 Tu Ventura.

Manuel Silván. (Valverde del Camino) 20/4/2014


RECITAL POÉTICO en la Sala 1900-Bar







Encadenados


Cautivo en una botella


Crepúsculo (II)


Ahora que has vuelto a casa





La rabia te dominó por un momento
y en su afán de venganza,
salieron malsanas las injurias sin fundamento
dejando desamparada tu voluntad
para luego remediar el daño y la tristeza.

Ahora que has vuelto a casa
y has comprobado que te esperaba
con el amor de siempre dispuesto,
sientes el amargor de la vergüenza
y te atragantas con los sapos de la ignominia,
vencida la voz por un orgullo corrosivo
que no deja hueco para la felicidad.

No inventes excusas
porque no las necesito para seguir amándote,
pero si quieres un remedio
para salir de tus tribulaciones,
solo tienes que limpiar  el légamo que soltaste
utilizando la humildad como utensilio
y la verdad como ingrediente,
sin importarte otra cosa
más que el amor que nos debemos
para pagar nuestros errores.

Nada duele más que la indiferencia
y sobre todo en asuntos del corazón.

No es conveniente dejar
que los extravíos propios y ajenos
socaven sus cimientos
esperando la necesaria contrición
y se agrave la herida con su dolor.

Ahora que has vuelto a casa,
no tengas recelos de mí.
Estamos juntos y perdonados.

No necesitamos palabras
para explicarnos nada,
con nuestras miradas, basta.

El amor es cosa de dos
y nada ni nadie es más importante…
ni siquiera las insidias
de los que pretendan destruirlo,
ni siquiera los tabúes ni los credos,
ni la sociedad con sus modelos,
ni los demonios del pasado,
ni el futuro con sus miedos,
ni la enfermedad, ni la muerte…
porque muerto también se quiere,
tanto el que vive como el que muere. 


Ahora que has vuelto a casa
no cierres la puerta ni las ventanas.
Deja pasar el aire fresco
que nos regala la mañana
y vivamos nuestro amor, cara a cara. 

Ahora que has vuelto a casa.  

 M.Silván
8/9/2014