Sobre la locuacidad

...cuando hables, procura que tus palabras sean mejor que tu silencio.

22 de diciembre de 2015

No puedo evitarlo



Mírame como yo te miro.
Sonríeme como yo te sonrío.
Háblame como yo te hablo.
Óyeme como yo te oigo.
Susúrrame como yo lo hago
Espérame como yo te espero.
Camina junto a mí
para no perdernos nada.
Suéñame para tu destino.
Abraza mi almohada
como tu única esperanza.
Acude a mí, acurrucada
para zafarte de los miedos
impertinentes que te acucien.
Baila conmigo para siempre
esta danza de la vida.
Sella tu carta de libertad
y dásela al cartero del tiempo
para que no se pierda.

Si yo supiera donde estás
saldría raudo a tu encuentro,
como alma que se ha perdido,
para saber la figura que tienes
porque amarte, te amo
como si estuviese poseído,
pero aún no sé quién eres
y eso me vuelve loco…

No puedo evitarlo.

                                                                                                    MSilván.2016

4 de diciembre de 2015

Nada importa




No me importa la caída
aunque el daño me duela tanto.

No me importa el grito,
ni su contundencia,
ni el silencio maldito,
ni el desencanto,
ni la tristeza encadenada,
ni al quebranto que incide
mi conciencia obstinada.

No me importa la verdad ciega
ni las falsas palabras,
ni los consuelos resonantes,
ni la legítima defensa
que se agita y enfurece
dentro de mi corazón.

No me importa nada
que no sea tú entre mis brazos

Manuel Silván

4/11/2015

19 de noviembre de 2015

El sabor de mis besos


  Cuando el alba despunta 
y riega los campos con su aroma
... a eso saben mis besos.

Si tu pelo empapado de brillo
moja mi almohada...
a eso saben mis besos.

Una gota de tus lágrimas
bebida en los surcos de tu cara
... a eso saben mis besos.

Si la mar nos regala espuma
de nácar fresco...
a eso saben mis besos.

A madreselvas, rosas, claveles,
limón, canela, fresas,
manzanas, hierbabuena,
a perlas de miel en su colmena,
a las historias que cuentas.

Aromas de jazmines frescos
cuando la luna despierta,
...a eso saben mis besos.

A esperanza, escarcha y cielo,
biznagas de azahar, violetas y romero,
... a eso saben mis besos.

Saben mis besos a tu miedo,
a impaciencia y deseo.

Mis besos saben a tus besos
porque son un solo beso,
interminable y gentil,
lento y en silencio,
con los ojos abiertos
para vernos por dentro.

Mis besos tienen un profundo hueco
que hay que llenarlo pronto
no sea que se le sequen los huesos

Mis besos saben a tus besos
y muero en vida por beberlos.

¡Dame pronto, amor, tus besos! 



Manuel Silván
"Biografía del amor inmenso"
Huelva-2009


15 de noviembre de 2015

No puedes ocultarlo


La marea vaciante me ha dejado
sobre la orilla de tu distancia
un sentimiento que habías olvidado
entre tus palabras impacientes
y la brisa me entregó la fragancia
intensa de tu beso más delicado.

Los cogí entre mis miedos inconscientes,
allí sólo, sin tu anhelada presencia,
sabiendo ya que te habías enamorado
sin querer, de mis sueños impenitentes
y he decidido poner fin a tu ausencia
volando incontenible hacia tu lado.

Como lo sé, ya no puedes ocultarlo.
Has anudado tu amor al mío
y eres ya del mar, no del río.
Déjame repetirte hasta borrarlo

que al fin cayeron las cadenas del dolor
liberando el tiempo de los sueños
y ahora, ni tú ni yo, somos dueños
de nuestros destinos más que del amor.


Manuel Silván
...del libro "Biografía del Amor Inmenso"
Huelva- Abril/2009

14 de noviembre de 2015

Los viajeros del silencio




Con el ritmo del tiempo
cobra valor la vida
y se transforma al momento
en la bolsa de pensar.

Van cayendo lentamente las horas
-unas, otras y otras...y otras-,
los días, los instantes, los años...
Van cabalgando a lomos del silencio,
del aire hueco, de la nostalgia...
y quedamos nosotros, viejos.
No consigue librarse nadie.





Te asaltan el cerebro
ideas antigüas, necias, vacuas, pesadas...
Te machacan el corazón,
te hieren el alma, 
te queman la esperanza y las palabras.
Te queman por dentro y por fuera.
Te queman sin remedio. Te queman.

...ya quedamos pocos.
Todos vamos cayendo,
sea como sea, 
de cualquier manera.

Los viajeros del silencio
poco a poco vamos saliendo,
nos bajamos del vagón 
y ya para siempre quedamos fuera.


Manuel Silván
del libro "TIEMPO, intento de sonrisas copulativas" 
Huelva, (1980) 


13 de noviembre de 2015

Un día de invierno





Ha dejado de soplar el viento
con tanta fuerza
que parecía una maldición.

También el cielo ha recogido
su obscuro manto de nubes
como angustiosas pesadillas.

Mientras duró la tormenta
nadie brincaba por las calles
anegadas y solitarias.

Las cristaleras empañadas
permitieron dibujar con el dedo
algunos corazones atravesados
con su flecha enamorada.

Las bombillas parpadearon
al paso de los ángeles custodios
por la estancia mortecina.

En las tabernas se recogieron
los compadres para rellenar
sus botellas medio vacías.

Quienes tenían el amor al lado
aprovecharon para sobarse
escondiendo las manos
o se estiraron en el catre
alargando la coyunda un poco más.

No creo que a las iglesias
acudieran los parroquianos
implorando piedad,
ni que los alguaciles
salieran a distribuir
su particular inquisición.

Cada alcoba fue un refugio
para las almas asiduas
buscando a sus dueños.

Un espíritu sigiloso
fue borrando todas las huellas
olvidadas sobre las aceras.

Para nadie pasó desapercibida
el recreo de las musas
y su chaparrón de nostalgias.

Estas cosas pasan
cuando los dioses se distraen
y dejan de organizarnos la vida.



Manuel Silván 
del libro LOS PASOS HUECOS
Huelva/2012




12 de noviembre de 2015

Lienzos superpuestos


Los límites de tu mundo



Un intérvalo personal



Un café recién colado, la realidad.
Sentado en mi butacón de orejeras
miro el reloj de pared.

El tiempo, ese ladrón de vidas
y buenas intenciones,
me acecha impaciente
con su mutismo hipócrita.
Bueno, en realidad
solo lleva una hora esperándome.

Ahora tan solo me apetece
sorber mi café con deleite
y dejar fuera un gran intervalo.

Que se joda el tiempo.
De eso va la vida,
de todas las circunstancias intermedias.

Cruzo las piernas y una breve marea
mueve la superficie caliente
del negro líquido que me abstrae.
Supongo que son recuerdos.
No tengo muchos,
son más bien instantáneas,
unos pocos momentos
que vuelven una y otra vez, nítidos.
Con tanta nitidez que vuelvo a oler
aquellos olores o vuelvo a sentir
el sol sobre mi piel,
a pesar que sea de noche.

Siento, sobre todo, un sobrecogedor alivio.
Todavía pienso en esa instantánea,
de cuando en cuando.

Los sentimientos no cambian y,
de alguna manera,
me parece importante no perderlos,
pero la instantánea vuelve
una y otra vez a inundarlo todo.
Como presunciones que, se supone,
me guiarán hasta una nueva emoción.

¿Tienes alguna idea de qué estoy diciendo?
Yo tampoco, pero por un momento
pensé que la tenía.

Ahora sí. Me viene a la memoria
un verso de Tolstoi, creo:
“tropieza con lo bello,
haz el esfuerzo de entender,
sobrevive”…sin reparos, añado yo.

De eso va la vida,
de todas las circunstancias intermedias.
Que se joda el tiempo y espere.


Manuel Silván

Octubre-2015

8 de agosto de 2015

Metamorfosis del amor






(Soneto doloroso)



¿Qué fantasmas, tanto influyen en la cordura
que de la noche a la mañana y sin piedad
transforman el amor en amargura,
las palabras en puñales y los deseos en maldad?

¿Quién vende consuelo para tanta desolación?
¿Dónde brindan remedio para tanto desaliento?
¿Cuándo volverán los latidos a mi corazón?
¿Qué hacer para volver a sentir, que ya ni siento?

¿Cómo puede salir espantado tanto amor,
sin advertencia alguna, ni explicación...?


Manuel Silván
7/8/2015

22 de julio de 2015

La luna sigue durmiendo






¿Acaso no habéis advertido
que ahora la gente anda de espaldas?
¿Sabéis porqué al despertar,
los sueños ya no endulzan la vida?

¿Podrían decirme desde cuando
las miradas dejaron de hablar?
¿Conocéis de alguna flor nacida
en medio del valle asfaltado?

…eso es porque la luna
prefiere seguir dormida.



Manuel Silván – 22/7/2015

21 de julio de 2015

Con un latido prestado



Ya no amanece mis días
sin el aroma de tus suspiros
junto al temblor de mis labios,
sin la suavidad de tu piel
distraídamente rozando la mía,
sin los bucles de tu cabellos
sorteando entre mis dedos.

Ya no vuelven las mañanas
silenciosas de besos soñados,
sin el pestañear a la vida,
sin el mirar silencioso  
de tus ojos nobles enmelados,
sin la terneza de tus caricias
rebuscando entre mis dedos
los galanteos sobre tu espalda.

Ya no funciona mi corazón
sin tu latido prestado,
sin tu boca a boca necesario,
sin el ánimo de tus palabras,
sin las razones para desearte,
sin el deseo de amarte,
como si estuviese condenado
a respirar con tu aire,
a beber solamente de tus labios,
a caminar siempre a tu lado.

Ya no amanece nunca
sin la tibieza de tus suspiros,
sin cosas que hacer
como si todo lo hubiese olvidado,
con el reloj de la cordura
sobre la mesita parado,
con los cuadros de siempre
vueltos de revés castigados.

Ya, cada día, es comenzar de nuevo,
mirar con los ojos cerrados
para no tropezarme con la tristeza,
para seguir viviendo en los sueños,
para escaparme del peligro
que corro cuando camino solo,

Para mí, cada día, amanece sagrado  
y no reparo sonrojo, ni baldón
poner voz y grito a mi razón
de hacerlo con un latido prestado.

Manuel Silván

21/7/2015

7 de julio de 2015

Del lecho al techo




Mi cadalso protesta
porque tardo demasiado
en alimentarle la cuerda.

Me da la impresión
que anda sobornado
por alguien que me detesta
y camina disimulando el pisotón
como quien recoge mierda
sin saber dónde está el mojón.

Yo, como si en la materia
discurriese mucho,
presiento que algo
se trama por aquí
y sin estampa de cabrón
-acá, ni entro ni salgo-
de carne ni tierna ni tersa
procedo como dicta mi cabeza
que piensa sin razón
y aunque no pueda evitarse,
es más propio del inocente
pasar como quiera la gente
que como lerdo simplón.

…como dice la moraleja:
“no es más listo el listón
que a la verdad falsa place,
como el carnero sin pelleja
que en cama gozada yace
pues más bien lo disfruta
el tonto baboso y lirón
que sin alardes se comió la fruta
y dejó la monda dentro.

Mire pues quien mejor calienta
las telas de su aposento,
el cabrón con su cornamenta
o el tonto con su talento.

Cada cual lo suyo debe saber
pues es mejor conocer
la verdad del cuento
que no servir de mofa y escarnio
por no haber estado atento.

Manuel Silván

6/7/2015    

El sentido de la vida


3 de junio de 2015

Una molesta fisura en el ánimo


...hace una mañana de gris aburrido
que tumba cualquier atisbo de emoción a raudales.

...hasta los vientos del despabilo se han escondido
tras los brazos cruzados
mientras me preocupo de sacar los pies de la cama.

...suena en la radio la monocorde cantinela
de los políticos defraudadores
prometiendo que ellos no han sido
y que no lo volverán a hacer más.

...pasa bajo mi balcón un despistado trasnochador
buscando a gritos por soleares
el escalón perdido de su regreso a casa.

...las predicciones meteorológicas
prometen una jornada soleada y calurosa
mientras pienso si acaso habré despertado
en cualquier otro día de mi existencia.

...nada concuerda con la realidad palpable
que se le supone a los asuntos cotidianos.

...el cartero lleva media hora tocando
todos los pulsadores del portero automático
y nadie le echa cuenta
porque nadie espera carta
que no sea del banco o propaganda furibunda.

...el fregadero está repleto de recipientes vacíos
esperando un lustre que se resiste
y las hormigas están acabando
con todos los rastros
que se desparramaron anoche
como si fuera la última cosa que deberían hacer.

Menos mal que tengo la suerte de saber
que pronto acudiré a la cita
con mi esperanza habitable,
la que tensa las sábanas de mi catre,
la que me refugia entre sus brazos,
la que  me abre las puertas del albedrío
sin pedirme, primero,
que le enseñe la patita por debajo del resquicio.

Me imagino que la gama de colores
reflejados en mis ojos
también se dispondrán debidamente
sobre la paleta gentil de los inventos
y que ahora, seguramente,
todos los candiles del horizonte
lucirán sus mejores galas para recibirme.

Espero que durante el camino
hasta los sueños con posibilidades
se restaure la triste amanecida
con la que empecé a vivir hoy
y que ya dejo por detrás,
para que así el resto de la humanidad
pueda disfrutar un poco de la alegría
que nos corresponde por derecho
y que casi me cargo   
con la infección de mis percepciones.

No pasa nada, 
es tan solo una fisura en mi ánimo.
  

Manuel Silván
30/5/2015











22 de mayo de 2015

Esta mañana





Esta mañana
vengo a regalarte una luz nueva
para que veas
las cosas de otra manera,
para que no tropieces otra vez
con la misma piedra
para que seas como quieras
cuando y donde te apetezca.

Esta mañana
te voy a plagiar los sueños
para hacerte feliz
cuando te olvides de vivirlos,
para poner la poesía
al alcance de tus manos
en los trances de melancolía.

Esta mañana
voy a corregirte la plana
para ver si has aprendido bien
mis palabras,
para que no te acostumbres
a borrarlas como si nada,
porque te sabes las sonrisas
de memoria pero no guardarlas.

Esta mañana
te traigo el mapa del olvido
para que no te pierdas
por el camino,
para que no te disuadan
las malas hierbas,
para que te acuerdes de saltarlas
cuando se te enreden en los pies.

Esta mañana
te voy a regalar música de mayo
que me sale gratis
del pentagrama de los silencios,
también he traído
mis lágrimas, todavía calientes,
de mis desvelos de anoche.
Te las regalo
porque a mí me ayudaron
a regatear las dunas de hormigón
y sé que te vendrán bien.

Esta mañana
he invitado a la brisa de mayo
para que te abanique
mientras te despiertes el alma,
para que dibujes
con colores nuevos
la tela blanca de tu almohada,
para que te limpies los besos,
para que te acicales la mirada,
para que te pongas guapa
y salgas conmigo de paseo.

Esta mañana
quiero que seas valiente y callada,
quiero verte lucir los mechones,
que ilustres tus deseos
con perfiles claros como el agua,
que te dejes de borrones
porque sucia y fea, no se baila.

Esta mañana
te regalo mi copa de cristal
para que te bebas la vida,
para que te mires en ella reflejada
cuando no tengas nada que hacer,
para que no te olvides de mi
cuando me vaya,
para que te acuerdes de esperarme
con la piel perfumada de ti,
para que aplaudas mis rimas
que, por ahí te dejo colgadas.

Esta mañana
es una mañana muy importante,
es el principio de mañana,
para regalarte más cosas.
Te las traigo desde mi locura,
para templar la tuya.
Esta mañana es muy hermosa,
no te olvides de disfrutarla.

Manuel Silván

22/5/2015