Sobre la locuacidad
...cuando hables, procura que tus palabras sean mejor que tu silencio.
22 de abril de 2015
21 de abril de 2015
SECORF'2015
CREACIONES DEL CONQUERO
se complace en invitarle al
6º SALÓN DE ENCUENTRO COMERCIAL, ROCIERO
Y FLAMENCO DE HUELVA 2015
que tendrá lugar durante los días del 24 al 26 de Abril en La Casa Colón de Huelva,
organizado por la REAL HERMANDAD DE EMIGRANTES de Nra. Sra. del Rocío
donde los artistas
en colaboración exclusiva presentarán sus obras en el Stand
"...mi arte en ABANICOS"
así como la presentación especial del libro "La Leyenda del Lirio Blanco", telas decoradas a mano y bisutería artesanal.
Cabe destacar que ambos, atesoran un amplio bagaje cultural y experiencia mas que suficiente para deleitarnos con cualesquiera de sus trabajos, habiendo cosechado multitud de distinciones a lo largo de sus respectivas carreras artísticas, jalonadas por el reconocimiento de la crítica especializada, el asentimiento de todos los públicos que pudieron comprobar el magisterio y las facultades técnicas de las que hacen gala, sus inagotables fuentes de inspiración y una creatividad fuera de toda normalidad.
¡¡Una exposición que no pueden perderse
por su originalidad y excelencia!!
por su originalidad y excelencia!!
12 de abril de 2015
Cuando me perdí en tí
Algunas pocas caricias habían bastado
para destapar el vargueño
de tu íntima y secreta feminidad.
El terciopelo de tu piel se erizaba
por donde zancajeaban mis dedos
buscando huecos de pasión
escondidos entre sus plises rosados
y destellaban tus ojos semicerrados
mientras susurrabas a media voz
gemIdos tibios y acogedores.
La cabeza dulcemente reposada
en la tersa redondez de tus hombros,
los pechos recogidos bajo la prenda
cómplice de tus manos febriles,
la danza liviana de tus caderas
sobre el vaivén de los muslos firmes
y un imperceptible aturdimiento
que coloreaba tus pómulos cándidos
sembraron en mí la duda razonable
sobre la subsistencia de la cordura
que hasta entonces me gobernaba.
Desde aquel sublime instante
se inhibieron los recatos y las cobardías
hasta que, derretido mi cerebro
de tanto gozo y ventura
vinieron a rescatarme las luces del alba.
Para entonces ya era tarde,
se habían extraviado mis sentidos
y ni siquiera sabía dónde estaba,
si en la gloria o en los sueños.
Sólo escuchaba, redundando con levedad,
la complaciente melodía que sonaba
como un rumor de ángeles embobados,
musitando: …te amo, te amo, te amo.
Manuel Silván
12/4/2015
9 de abril de 2015
¿Quien hablará por mi?
Cuando se me apague la voz
y los ojos se retuerzan en sus
cuencas vacías buscando la rendija diurna donde asomarse,
¿quién hablará por mí?.
Cuando falten a diana las fuerzas casi desgastadas que aún
me asisten
y los fervores que me cobijaron por la noche para calentarme las
esperanzas,
¿quién hablará por mí?.
Ahora que aún me doy cuenta de las cosas banales
para no
prestar al desahogo de la vida más importancia que la debida,
ahora que los
hijos todavía siguen sin beber las palabras
que de mi precaria sabiduría dimana
con objeto de subsistir un poco mejor,
ahora que todavía no me doy miedo,
ni me
avergüenzo de haber sobrevivido a tantos errores franqueados,
ni llevo puesto al
día el registro de mis arrugas conquistadas…
ahora es cuando me pregunto,
¿quién hablará
por mí cuando me vaya?.
Se quedaran atrás, habitando el olvido,
tantas vicisitudes
como muescas envuelven mi corazón
ahora que todavía sigue latiendo y hasta que
su hálito diga hasta aquí hemos llegado.
Dejarán de existir los amores habitantes de la memoria ufana
y los que aún se regodean en las praderas de la felicidad cotidiana,
aquellas
tribulaciones para mantenerlos con vida tanto como fuera posible
y esos otros
que pasaron de puntillas rozando la inmoralidad
pero que también sirvieron para
mantener la forma y la razón de ser.
Tampoco servirá para justificarme, por ignorados,
los
ímprobos esfuerzos para mantener el caldero con guisado
y la gabela obligada
para el sustento de la prole.
Si no voy a ser capaz de hacerlo
¿quién hablará
por mí?.
Cuando tenga que decir todas las verdades
que nunca fui capaz
de soltarle a la cara de mis arrogantes adversarios
y no pueda decir ni esta
palabra es mía aunque jamás la dijera
¿quién hablará por mí?.
Quizás mi última compañera de vida,
si es que aún me reserva
el destino la suerte de disponerla junto a mi lecho,
quizás digo y deseo que
levantase la voz mía extinguida
para decir tantas cosas propias confiadas a su
esmero
como no fui capaz de hacerlo yo cuando debía,
más que nada, por dejar dicho
que había pasado por aquí este bardo,
alquimista de las palabras, leal y fiel servidor
del ingenio, medio loco de amor,
incansable golondrino de colores, adorador de
sueños imposibles,
tránsfuga de las horas, algo chinche, crápula e insolente…
Por poner fin,
hoy me ha dado por pensar que cuando yo no
pueda
¿quién hablará por mí?.
Manuel Silván
9/4/2015