Sobre la locuacidad

...cuando hables, procura que tus palabras sean mejor que tu silencio.

22 de julio de 2015

La luna sigue durmiendo






¿Acaso no habéis advertido
que ahora la gente anda de espaldas?
¿Sabéis porqué al despertar,
los sueños ya no endulzan la vida?

¿Podrían decirme desde cuando
las miradas dejaron de hablar?
¿Conocéis de alguna flor nacida
en medio del valle asfaltado?

…eso es porque la luna
prefiere seguir dormida.



Manuel Silván – 22/7/2015

21 de julio de 2015

Con un latido prestado



Ya no amanece mis días
sin el aroma de tus suspiros
junto al temblor de mis labios,
sin la suavidad de tu piel
distraídamente rozando la mía,
sin los bucles de tu cabellos
sorteando entre mis dedos.

Ya no vuelven las mañanas
silenciosas de besos soñados,
sin el pestañear a la vida,
sin el mirar silencioso  
de tus ojos nobles enmelados,
sin la terneza de tus caricias
rebuscando entre mis dedos
los galanteos sobre tu espalda.

Ya no funciona mi corazón
sin tu latido prestado,
sin tu boca a boca necesario,
sin el ánimo de tus palabras,
sin las razones para desearte,
sin el deseo de amarte,
como si estuviese condenado
a respirar con tu aire,
a beber solamente de tus labios,
a caminar siempre a tu lado.

Ya no amanece nunca
sin la tibieza de tus suspiros,
sin cosas que hacer
como si todo lo hubiese olvidado,
con el reloj de la cordura
sobre la mesita parado,
con los cuadros de siempre
vueltos de revés castigados.

Ya, cada día, es comenzar de nuevo,
mirar con los ojos cerrados
para no tropezarme con la tristeza,
para seguir viviendo en los sueños,
para escaparme del peligro
que corro cuando camino solo,

Para mí, cada día, amanece sagrado  
y no reparo sonrojo, ni baldón
poner voz y grito a mi razón
de hacerlo con un latido prestado.

Manuel Silván

21/7/2015

7 de julio de 2015

Del lecho al techo




Mi cadalso protesta
porque tardo demasiado
en alimentarle la cuerda.

Me da la impresión
que anda sobornado
por alguien que me detesta
y camina disimulando el pisotón
como quien recoge mierda
sin saber dónde está el mojón.

Yo, como si en la materia
discurriese mucho,
presiento que algo
se trama por aquí
y sin estampa de cabrón
-acá, ni entro ni salgo-
de carne ni tierna ni tersa
procedo como dicta mi cabeza
que piensa sin razón
y aunque no pueda evitarse,
es más propio del inocente
pasar como quiera la gente
que como lerdo simplón.

…como dice la moraleja:
“no es más listo el listón
que a la verdad falsa place,
como el carnero sin pelleja
que en cama gozada yace
pues más bien lo disfruta
el tonto baboso y lirón
que sin alardes se comió la fruta
y dejó la monda dentro.

Mire pues quien mejor calienta
las telas de su aposento,
el cabrón con su cornamenta
o el tonto con su talento.

Cada cual lo suyo debe saber
pues es mejor conocer
la verdad del cuento
que no servir de mofa y escarnio
por no haber estado atento.

Manuel Silván

6/7/2015    

El sentido de la vida