(Soneto doloroso)
¿Qué fantasmas, tanto influyen en la cordura
que de la noche a la mañana y sin piedad
transforman el amor en amargura,
las palabras en puñales y los deseos en maldad?
¿Quién vende consuelo para tanta desolación?
¿Dónde brindan remedio para tanto desaliento?
¿Cuándo volverán los latidos a mi corazón?
¿Qué hacer para volver a sentir, que ya ni siento?
¿Cómo puede salir espantado tanto amor,
sin advertencia alguna, ni explicación...?
Manuel Silván
7/8/2015
7/8/2015