Sobre la locuacidad

...cuando hables, procura que tus palabras sean mejor que tu silencio.

31 de marzo de 2013

Un hombre de mundo



(Dedicado a mi memoria)

Hoy, creo que ha comenzado el otoño.
Hay hojas amarillas por el suelo
que provocan nostalgia.
Nostalgia ¿de qué?...de la juventud quizás
o de lo que la juventud hacía posible.
Mirando hacia ningún lado he advertido
que la edad hace sentirme a salvo.
El otoño tranquiliza y me aleja
de los sobresaltos de la primavera.
Hoy he caído en la cuenta
de la cantidad de gente que me sobra,
de que la elegancia no viste tanto,
ni que todos los viajes sean divertidos,
tampoco hay tanta belleza en las mujeres
ni que reírse mucho atrase los relojes.
Toda mi vida he intentado sobrevivir
en ése mundo tan zafio y prosaico,
adaptándome siempre a los escenarios,
a las luces, los aplausos y las razones,
para descubrir  ahora, la facilidad
con la que se derrumban los edificios.
Hoy es cuando verdaderamente
me he convertido en un hombre de mundo.
...ya no me importa dibujar perfecta
la raya de mi peinado,
ni lucir impecable una mueca sonriente.
...ya no importa resignarme a lo inevitable,
tampoco me duele, ni me preocupa.
Soy un viejo como cualquier otro
que ha conocido el amor y el fracaso.
Hoy estoy más cerca de nacer otra vez
que de morirme cuando me toque.
...ya me cansé de ir por la vida
con un  foco persiguiéndome los pasos
como si fuese alguien importante.
...ya me cansé de interpretar
el papel de protagonista
de los mitos que inventaba,
de las escenas confundidas de guión.
...ya me cansé de bailar al mismo son.
Hoy he notado como cambia el tiempo
y que se avecina la parte más tranquila,
que la mujer más hermosa del mundo
está, precisamente, a mi lado.
Hoy he considerado, con  calma,
mis posibilidades de ser quien soy
de una maldita y definitiva vez.
Hoy he salido al descampado
y he dejado transcurrir los años…
casi me han rozado,
casi me han susurrado
y por un momento he sentido pasar
las huellas del tiempo y la vejez.
Me ha excitado el estremecimiento
por la cercanía del recuerdo
de aquella mujer amada hasta la locura.
Hoy me he dado cuenta
que ha llegado el otoño…
aunque, tal vez sea tan estúpido
de no darme cuenta que lo soy,
pero las cosas son así de sencillas
y ya es hora de comenzar a vivir. 

Manuel Silván 

12/02/2013 

2 comentarios:

NONA dijo...

Maravilloso, Manuel...maravilloso

Javier Mendicutti dijo...

Tienes una poesía muy diáfana y entrañable. Sabes llegar al corazón del lector contando las cosas con música y mucha emoción. Hay mucha verdad en tus palabras. Gracias por hacerme pasar tan buen rato.

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