Aún en lo más
duro de la batalla
sigo luchando
junto a mi amada.
Incluso
yaciendo en tierra malogrado
no habrán
fuerzas, donde las hallan
que me separen
de su yelmo abollado,
pues al compás
de su corazón blindado
también late el
mío y aunque herido,
está fuertemente
resguardado
y nadie con
intención desalmada
podrá ganarse
la sangre
por mi amor, la
suya derramada.
Manuel Silván
1 comentario:
Que cosa más bonita...y tú quien eres?
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