La marea
vaciante me ha dejado
sobre la orilla
de tu distancia
un sentimiento
que habías olvidado
entre tus
palabras impacientes
y la brisa me entregó
la fragancia
intensa de tu
beso más delicado.
Los cogí entre
mis miedos inconscientes,
allí sólo, sin
tu anhelada presencia,
sabiendo ya que
te habías enamorado
sin querer, de
mis sueños impenitentes
y he decidido
poner fin a tu ausencia
volando incontenible
hacia tu lado.
Como lo sé, ya
no puedes ocultarlo.
Has anudado tu
amor al mío
y eres ya del
mar, no del río.
Déjame
repetirte hasta borrarlo
que al fin
cayeron las cadenas del dolor
liberando el
tiempo de los sueños
y ahora, ni tú
ni yo, somos dueños
de nuestros
destinos más que del amor.
Manuel Silván
...del libro "Biografía del Amor Inmenso"
Huelva- Abril/2009
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