Dedicado a Pilar Ruiz Vizcaya
Como nervio roto por la impaciencia
Unto mis cueros con tu sudor
Encantado por los besos que me brindas.
Nadie sabe a conciencia
Tanta sabiduría como tu amor.
Altas horas de luminosas alboradas
Me cubren las ideas con su paciencia
Esperando tus abrazos en flor.
Para decirte que te quiero
Ando buscando palabras exactas,
Rumores de mi conciencia aletargada
Apenas soñolientas e intactas.
Sobran los silencios espaciados
O quizás, sobran las voces exageradas,
Ñoñas ternuras compactas,
Amores muertos y enterrados,
Roncando sueños de aguas pasadas.
Manuel Silván (15/11/2014)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios alimentan mi sabiduría