Sobre la locuacidad

...cuando hables, procura que tus palabras sean mejor que tu silencio.

13 de marzo de 2015

Ahora que se marchan los frios



Yo nunca fui así.

Cada vez que soñaba bonito se me terminaban las alegrías con la nueva luz de alba.

Nunca tuve la oportunidad de mantener mucho tiempo el calor recogido durante la madrugada bajo el cobijo de mis pensamientos ilusionados.

Siempre creí que la vida era así porque nunca me enseñaron otra cosa que la monotonía de subsistir a cambio de un buen plato de complacencia idealizada.

Nunca tuve quien me cogiese de la mano para enseñarme la vida desde el amor sino que me la dieron para ganarse la seguridad de una compañía confortadora y agradecida. Todo por un puñado de besos templados al calor de la gratitud. Nada más que huecos vacíos a mi alrededor. Ausencia total de todas las cosas que alimentan el corazón para sentirse amado.

Ahora, será que se marchan los fríos, parece que me siento mejor. Debe ser que algún sueño se habrá olvidado de recogerse por la mañana y anda suelto por la vida buscando mi mano para quedarse.

La verdad es que no me importaría empezar a ser feliz ya que tengo la oportunidad.

También puede ser que me caducara el tiempo de madurar imbecilidades para destripar imaginaciones y ahora con el calor reconfortante de tu presencia se me haya despertado el instinto natural de los locos ante la transfiguración de los sueños. Todo puede ser, pero te aseguro que me gusta mucho esta nueva situación y que voy a seguir cogido de tu mano porque me haces muy dichoso.

Yo nunca fui así, pero ahora que se marchan los fríos voy a dejar atrás tanta incertidumbre y voy a caminar contigo, princesa, porque tu abrazo me reconforta y haces que me sienta enamorado de ti.

Ahora me he dado cuenta de la sabiduría que tienen las aves con su libertad de nacimiento, como cuando cambian de aires buscando tempero ahora que se marchan los fríos…desde esta mañana he decidido que quiero volar contigo.


Manuel Silván

6/3/2015

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